Cuenta la leyenda que, una vez, una serpiente empezó a perseguir a una Luciérnaga. Ésta huía rápido, con miedo de la feroz depredadora, y la serpiente no pensaba desistir. Huyó un día, y ella no desistía, dos días y nada la luciernag se preguantaba que habia hecho ella para que la serpiente insitiera tanto en comersela y... En el tercer día, ya sin fuerzas, la Luciérnaga paró y dijo a la serpiente; Puedo hacerte tres preguntas? No acostumbro dar éste precedente a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar... ¿pertenezco a tu cadena alimenticia? No ¿Yo te hice algún mal? No. Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?. Porque no soporto verte brillar..."Hay que tener en cuenta esto para seleccionar las personas en quien confiar..."Se dan cuenta esto suele suceder mucho con las personas envidiosas que se levantan contra nosotros, mucho somos felices y hacemos las cosas sin hacerle mal a nadie pero llegan las serpientes depredadoras que nos quieren ver derrotados porque no soportan que nosotros seamos felices brillando con luz propia y que ellos no brillen en lo más minimo.
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